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Revoluciones en América y Europa y “sois la sal de la tierra”

Los Muiskas de Zipaquirá y Nemocón, y los Mayas y Aztecas, usaban la sal como moneda a través del trueque, y otras culturas indígenas dependían de ella por lo cual la cambiaban por oro, esmeralda, tejidos y productos agrícolas.

Durante la edad media, los señores feudales controlaron  las explotaciones salinas e impusieron altísimos impuestos a sus comunidades. Tanto la Revolución de los Comuneros en Zipaquirá (1781), como la Revolución Francesa (1789), entre otras cosas, propendieron por la abolición de sus impuestos. Con el transcurso del tiempo la explotación y venta de la sal fueron  siendo liberadas.  En Europa fue muy usada en salar el pescado antes de  ser secado al sol, para mejorar su sabor.

Hechos historicos sobre la sal

La sal ha sido un símbolo en casi todas las religiones; en la Biblia del cristianismo hay muchas referencias de ella; el pasaje más importante figura en el “Sermón de la Montaña”, cuando Jesús llama a sus Apóstoles, “la sal de la tierra”. Estando en el monte se le acercaron sus discípulos y él les dijo: “Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres”. (Mateo 5:13)

 

En las prédicas de Jesús y a través de los Evangelios, la sal es citada en varias ocasiones; fue para designar a los elegidos que el Señor dijo: “Sois la sal de la tierra”. El Padre Javier de Nicoló, comenta:”Dios no nos llama a ser dulzones como la miel, sino decididos y vigorosos como la sal”.

 

 

Entre los cristianos la sal se emplea en la ceremonia del bautismo como señal de incorruptibilidad. Hay muchas referencias a la sal en tradiciones, escritos y pasajes. Uno de las más conocidas de la Biblia es el de la mujer de Lot, que se convirtió en estatua de sal. Génesis, 19,24-28: “Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego. Y destruyo aquellas ciudades, y toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades, hasta las plantas del suelo. Mas la mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal”.

En, 2 Reyes, Capítulo 1, 20, está: “Entonces él dijo: traedme una botija nueva, y poned en ella sal. Y trajéronsela”. 21. “Y saliendo él á los manaderos de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad”.

Banquete simbólico de alianza de pan y sal

“Jesús se ocupó del hambre de la muchedumbre. Y completó su obra de alimentarla, con un banquete simbólico de alianza de pan y sal. Dice la Biblia que cuando la gente recogía la sal del Mar Muerto, “parte de ella era buena para salar y cocinar, pero otra parte había perdido su sabor. Esta sal que había perdido sus propiedades no se tiraba sino que se almacenaba en el Templo de Jerusalén, y cuando las lluvias del invierno hacían resbaladizas las superficies de mármol de los atrios del Templo, se echaba sobre ellos para reducir el peligro de deslizamiento. Por eso, la sal que ha perdido su sabor es hollada por los pies del hombres”.

Levítico Capítulo 2 13” Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Dios: en toda ofrenda tuya ofrecerás sal”. Los Hebreos consideraban la sal como el símbolo de la alianza eterna entre Dios e Israel: “Una alianza de sal eterna ante Dios”, la Torah. Y Homero se refería a la sal como “sustancia divina”.

La Biblia cuenta que la sal es también tenida como símbolo de la fidelidad o de la firmeza, al pactar la Alianza, y de su perdurabilidad. “Por eso a la Alianza de Dios con Israel se le llama Alianza de Sal”. “La sal de la Alianza no debía faltar en ningún sacrificio, como símbolo del amor de alianza que da sentido y sabor a los sacrificios y holocaustos”. Dice Mc 9,49-50: “Colocado en el centro de la sección del camino: Tened sal en vosotros y tendréis paz entre vosotros”.  Y dice el Libro Tercero de Moisés, Levítico 2:13: “Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal”.

El primer ebrio que figuró  en la Biblia fue Noé, de quien la tradición judía dice: “Fue el primer viñatero”. Para prevenir los efectos de la borrachera, la Michna aconsejaba: “Tomad aceite y sal y frotaos con ellos la palma de las manos y la planta de los pies”Epístola del Apóstol San Pablo á los colosenses, Capítulo 4, 6: “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno”. Jesús conoció y observó atentamente el arroz y la lenteja. Comida sin granos de sal, prácticamente no es comida. Las cosas pequeñas hacen funcionar las cosas grandes. Un poco de sal basta para dar gusto y sabor a muchas libras de arroz y de lenteja”.

 

El ritual romano la sal con propósito litúrgicos es la bautismal purificada y santificada para exorcismos especiales y oraciones, se da antes de entrar en iglesia para el bautismo.

La sal en la historia del mundo

La sal era de importancia crucial económica. En la Grecia antigua el intercambio de la sal para los esclavos creó la expresión, “no digno de su sal”. Esta estuvo presente siempre en la historia del Oriente. Los mozárabes regaban sal en el lecho de los esposos, o en el sepulcro antes de colocar a los muertos. Los alquimistas la consideraban el quinto elemento: fuego, agua, tierra, aire y sal y en su lenguaje mezclan la sal con otras simbologías, como “sal sapientiae”, o sal de la sabiduría.

La locución “con un granito de sal” (lat. cum grano salis), significa que hay que consumir algo, sólo con prudencia. Esto se remonta a una prescripción, mencionada en Plinio, para antídotos que sólo debían consumirse con un granito de sal, según Hans Biedermann, en su escrito, “Sal”.

Durante la dominación árabe hubo una gran riqueza salinera. En la ciudad jordana de la Como-Sal, el camino entre Amman y Jerusalén era conocido como Saltus. En otras latitudes como los Estados Unidos la sal es asociada con los derechos de la mujer, y desempeñó un papel importante en su historia. En el Paso, Texas (Oeste norteamericano) se dio la “guerra de la sal”, que tuvo que ver en el nacimiento de la industria de la aviación, en 1911.  Desde siempre, muchas naciones grabaron la sal con impuestos que, como en Colombia, fueron importante fuente financiera del Estado. La sal a través de la historia estuvo unida al monopolio gubernamental y a los impuestos especiales.

Los abusos con la sal fueron uno de los detonantes de la Revolución Comunera escenificada en Zipaquirá, y de la Revolución Francesa; una de las primeras medidas tomadas por la Asamblea General, en Francia (1869), fue declarar la explotación y venta libre de la sal.

Mahatma Gandhi, líder de la paz, recorrió a pie más de 400 kilómetros en 24 días, llamando la atención de toda la India. Fue una manera de expresar su protesta contra los colonizadores ingleses, y lo denominó, “La marcha de la Sal”. Gandhi advertió  al virrey Lord Irwin, que su movimiento independentista iniciaría por una protesta contra la injusticia de los altísimos impuestos a la sal.

La sal mineral es protagonista en el “Symposion”, de Platón. Homero llama ‘divina’, irónicamente, a la sal utilizada en “sacrificios expiatorios y misterios, para purificación simbólica”. En la Roma antigua colocaban sal en los labios de los bebés lactantes para protegerles del peligro, y algunos mitos sirios cuentan que el hombre aprendió el uso de la sal, de los dioses.

Gabija es, según fuentes mitológicas lituanas, una  antigua diosa, señora del fuego sagrado y en cuyo honor se regaba sal sobre las llamas. Estas decían que los demonios odiaban la sal; tenían leyendas sobre el “sabbat” (sábado o día de reposo) de las brujas” y que en el banquete servían los manjares sin sal.

Salario viene de sal

En la Roma antigua se dio uno de los momentos de mayor importancia de la sal. A los centuriones y soldados romanos les daban diariamente una ración de sal como factor constitutivo de pago por su trabajo. Después, dadas las dificultades para el transporte de la sal, esa cuota de sal fue cambiada por una cantidad de dinero que les servía a los centuriones o soldados para comprar sus raciones. Ese pago fue llamado “argentum del salarium,” (salario), palabra que representa el dinero que se paga a quienes trabajan.

SAL CRISTALINA DEL HIMALAYA SYMPHONY

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