Baja en sodio, libre de sodio, o bajo en  SAL son las descripciones en muchos alimentos  que se supone indican  composiciones saludable en estos productos. No puede haber ningún argumento con esta triste imagen de la SAL. La información  médica está bien  soportada y establecida con  observaciones empíricas de gente consciente de su salud. Sin embargo, es fundamental tomar nota de que la palabra SAL en  este contexto siempre se refiere  altamente a la sal refinada de mesa, la cual es  un compuesto con un alto  nivel  de  cloruro de sodio y además con aditivos altamente tóxicos.  El Cloruro de Sodio refinado efectivamente deshace  el equilibrio mineral del cuerpo, aumenta la presión sanguínea y pone en alto estrés  los riñones.  Los aditivos tóxicos como  el hidróxido de aluminio aumentan aún más el potencial  de los efectos nocivos de este tipo de sal. Por miles de años la palabra SAL  fue usada para describir en conjunto algo muy diferente.  La sal es un  mineral completamente natural compuesto no sólo de cloruro  sódico, sino tambien puede contener más de  74 minerales y otras trazas las cuales están  en las mismas proporciones que se encuentran en la sangre humana. Dicha sal siempre fue asociada con la salud y sus poderosos  efectos para la vida. Investigaciones científicas recientes indican que el redescubrimiento de la SAL natural es el  descubrimiento de la salud más importante del siglo XXI.